
Barcelona: Relatos de Viaje de un Futuro Catalán
Para muchos, incluida mi persona, uno de los lugares ideales para existir. Difícil competirle a una ciudad con mar, playas, buen clima, un extenso sistema de transporte y abundante naturaleza. ¿Si Barcelona lo tiene todo? Es probable… Creo que el gran secreto de esta hermosa ciudad es su flexibilitat. Me alucina el hecho de poder estar paseando por Las Ramblas, lleno de gente, ruido, quilombo, y de repente en cuestión de algunas estaciones de metro poder estar tirado en la cima de Park Guell, rodeado de naturaleza y aire Gaudiano, contemplando un lindo atardecer en la más tranquila y absoluta soledad.
Yo ya conocía Barcelona pero si viajo por Europa, al igual que lo que me sucede con París, me cuesta no pasar aunque sea algunos días por ahí. Es destacable la cuestión económica además, dado que es de los destinos europeos con aéreos más baratos para los argentinos.
Siento que Barcelona es una ciudad que le sienta perfecto a todo el mundo. Mucho tiene que ver con lo que mencioné ya de su flexibilidad urbanística, pero también me da la sensación de que es un lugar que se adapta a todo tipo de gente por su oferta social y cultural.
Un poco de la sociedad catalana y su historia
Entre 1900 y 1930, Barcelona sufrió la mayor transformación de su historia gracias a un proceso que la llevó a ser líder del sector de la industria. La ciudad creció a pasos agigantados y se transformó en la ciudad de consumo tal cual la conocemos hoy, con bares, tiendas, parques, jardines, etc. Esto motivó a la sociedad a comenzar a reclamar, y a obtener también, mejores servicios como bien podemos ver actualmente, por ejemplo, en su sistema de transporte.
Capital de Catalunya, es el centro y, si se quiere, la ciudad que lleva la bandera de esta comunidad autónoma. A lo largo de la historia, se sucedieron varios movimientos autonomistas e independentistas que frenaron con la dictadura de Franco y resucitaron recientemente. En la esfera política… ya que en el inconsciente colectivo de la sociedad pareciera nunca haberse apagado este sentimiento catalán. Lo cierto es que el origen del independentismo se remonta al Siglo XVIII. Desde esos tiempos se sostiene que Catalunya es una nación oprimida por España, lo cual no suena descabellado si se revisan algunos hechos, como la prohibición de la lengua catalana bajo la dictadura franquista y hasta 1975, o diversas supresiones culturales, festividades, etc. Y este resurgir del sentimiento catalán independentista es muy fácil de notar tanto en sus paisajes llenos de banderas catalanas como en charlas con gente de todas edades, en los medios, en su idioma, y hasta diría en cada minúsculo detalle. Por eso, creo que Barcelona, como cara visible de Catalunya, es una ciudad súper politizada y consciente de su historia. Algo que, por cierto, esta humilde cuenta banca.
A nivel personal, no estoy de acuerdo con el trasfondo de la cuestión, y no creo que «separarse» sea la solución. Sí creo que hay algunas causas que son atendibles, y lo que me sucede con este tipo de movimientos es que, pese a no comulgar siempre con todas las ideas, me apasionan por la forma en que logran involucrar a más y más gente en la política de un país. Si quieren ahondar un poco en la cuestión de la independencia catalana, recomiendo esta lectura del genial Boaventura De Sousa Santos, que a mi me parece magnífica, y los espero para debatir:
Espejos Extraños – La Izquierda y Catalunya
En la sección Galería de Barcelona subí algunas fotos que muestran un poco ese crispado paisaje de la actualidad catalana.
La Barcelona actual
La actualidad de esta ciudad no le escapa a su historia. Estuve justo en un momento agitado, donde su presidente, Carles Puigdemont, tuvo que exiliarse para no ser arrestado luego de ser destituido, y el revuelo que esto generó, sumado a otras problemáticas, se nota diariamente en distintas expresiones sociales y en diversas movilizaciones.
Lo que sucedió, básicamente, es que el presidente de la generalitat catalana convocó a un referéndum por la independencia de Catalunya. El gobierno de Rajoy respondió invocando un artículo de la constitución española que declara como inconstitucional ese llamamiento, cesando las funciones de Puigdemont, quien asumiera con la independencia como bandera, y convocando a elecciones regionales. El proceso fue realmente dantesco, algo similar a lo que fue el Brexit, pésimamente manejado por ambas partes.
Me llamó poderosamente la atención, debo admitir que para bien porque es algo que me encanta, cómo en cada esquina se respira política. Lamentablemente, lo que más resalta en toda charla es el desencanto que tienen con la actualidad política del país, y sobre todo para con el gobierno español. Tengo amigos viviendo ahí y todos coinciden en lo mismo: está cada vez más difícil e insegura la ciudad. Al respecto, recomiendo la película Biutiful de Iñárritu, protagonizada por Javier Bardem, que muestra la otra cara de Barcelona.
España está en una profunda crisis política, social y económica. En realidad, España fue uno de los países europeos más golpeados por la gran crisis del 2008/2009, y nunca pudo terminar de salir de ella. Barcelona no le escapa a esta situación, pero no sufre las peores consecuencias, dado que es un centro turístico e industrial, y pudo esquivar muchos de los impactos negativos de esta profunda crisis española. Quizás teniendo en cuenta el aporte de Barcelona al gobierno nacional y lo que recibe a cambio (tanto Catalunya como la sociedad española en sí, digamos), podemos entender una de las claves de ese renacer del independentismo. Además, tuve la suerte de charlar con muchos chicos y chicas españolas acerca de la situación en España y lo que más me quedó grabado fue lo que me dijo, indignada por cierto, una compañera del hostel de Edimburgo cuando le mencione al movimiento de los 1000 euros: “hoy ya es el movimiento de los 600 euros”. De hecho, la cantidad de españoles que se están yendo de España para conseguir trabajo es inmensa y no para de crecer. España tiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa, como acá muestra la gente de FactMaps. Contratos basura, empleos en negro, salarios bajos, todas expresiones de una misma realidad que lleva a muchos jóvenes españoles a indagar en otros horizontes.
Pese a todo esto, Barcelona sigue siendo una ciudad increíble, viva, feliz y cautivante. Es una ciudad además muy moderna, pero que no perdió su encanto vintage. Arquitectónicamente me parece una maravilla, creo que no hay ninguna ciudad que respete tanto su estilo propio en todo el mundo. Esto se puede ver en cada edificio, y a mí particularmente me fascina la importancia que le dan a sus terrazas, o azoteas como ahí les suelen llamar.
Aparte, como me dijo hace unos días un amigo argentino que vive en la capital catalana, en algunos aspectos, Barcelona le sigue escapando a la realidad española, siendo todavía un lugar con muchas oportunidades y con cierta facilidad para el progreso y para el desarrollo individual.
Dato: hoy, y en otra de las tantas cosas que nos unen con los españoles, pero más aún con Barcelona, el alcalde de la ciudad se llama Gerardo Pisarello, y es tucumano. Lo vi poco antes de asumir el cargo (por una suplencia, vale decir) en una entrevista televisa en uno de sus paseos por Argentina, y me pareció bastante interesante en algunos aspectos. Debemos ser los mayores (y mejores, hecho que debería darnos a pensar) exportadores de personalidades del mundo, ergo, tiene mi voto de confianza (?).
Casualmente, el mismísimo alcalde escribió ayer una agradable nota sobre el presente de Barcelona y su ubicación dentro del mundo actual de las grandes metrópolis, en la que define a la misma como una «decidida capital iberoamericana». Abajo va el link para quien quiera chusmear:
Barcelona y su vocación iberoamericana, por Gerardo Pisarello.
Actualización: para ir al Mundial de Rusia también pasé por acá. Estuve dos días enteros y la noté muchísimo más tranquila en cuanto a lo político. No coincidí con ninguna movilización y ví menos banderas en pos de lucha. Incluso, no escuché ninguno de esos susurros de quejas que escuchaba por cada rincón por allá en Febrero. Claro, Mariano Rajoy dimitió hace no más de dos meses como líder del gobernante PP, y puede que esto haya descomprimido un tanto la situación. Su salida se debió principalmente a tres motivos. A saber: denuncias de corrupción, derrota electoral interna en su partido y desgaste de mandato. Además, la crisis que atraviesa el país era una olla a presión. De hecho, ganó las elecciones pasadas por números ínfimos y le costó horrores formar gobierno. Como sea, y así y todo, su retirada fue muy llamativa. En su partido fue despedido entre lágrimas y ovaciones, y lo más curioso fue el gesto de Pablo Iglesias, líder del partido de izquierda Podemos, gesto del cual muchos podríamos aprender:
Rajoy no se ha ido, le ha echado la gente que no perdió la esperanza y que no dejó de pedir una moción contra la corrupción. Con todo, se retira un político elegante e inteligente que sabía escuchar. Fue un honor ser su rival y combatirle políticamente. Se ganó mi respeto.
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) June 5, 2018
La Vida en Barcelona
Recuerdo una charla que tuvimos en nuestro pernocte playero con un italiano que iba y venía, entre llamado y llamado. Efusivo en nuestra charla, abatido en la telefónica, nos dejaba entrever en su catalán-español-italiano fluído, por lo que contaba y por la depresión que fingía al teléfono cuando se nos alejaba unos metros, que había sido víctima de una fatal injusticia doméstica. De impulsos grotescos, gestos melindrosos y sobre-actuada displicencia, el tano loco que deambulaba por segunda noche consecutiva en La Barceloneta luego de que Macarena, su mujer, lo echara de su casa, nos soltó mirándonos fija y desafiantemente a los ojos un «¡vivo!» ante nuestra ingenua pregunta de qué estaba haciendo en Barcelona. <<Eso es Barcelona>> pensé, después de unos milisegundos de confusa reflexión.
Ese era el último día de nuestro viaje. Llegamos temprano, cerca de las 5 de la mañana, entonces decidimos «dormir» en la playa. Yo, en mi afán por enriquecerme, conquistaba cada minuto leyendo. Leía intermitentemente, en verdad. Pensamientos se me cruzaban entre hoja y hoja. <<¿Cómo hace toda esta gente?¿No trabaja? Que libertad la de esa mujer… Que duro volver a la jungla… ¿Topless acá, en el centro? ¿Qué dirían en otros lados? Acá la gente no se distrae, anda en lo importante, en vivir, no se la duerme en el ocio incesante. De tan calmos que van, no les seguimos el paso. Pensar que algunos nos la complicamos tanto…>>. Algunas cosas que se me ocurrían al ver a la gente pasearse por el malecón. Barcelona me parece de los lugares más distendidos y relajados en lo que refiere a temáticas de índole personal. Y entiendo que es eso justamente lo que llevó a aquél tano a expresar, como lo hizo, lo que hace en esta ciudad. Una simple palabra, pero que me hizo reflexionar un largo rato, al punto de fantasear con la idea de irme a estudiar ahí el año que viene. Idea que sobrevuela todavía por mi cabeza, pero que inverna, aguardando por mi graduación (¿recibimiento? ¿recibición? ¿recibida?) a fin de año para madurar.
Asimismo, hace unos días crucé unos mensajes por whatsapp con un amigo que vivió un tiempo allá:
– Así que vos también estás pensando en irte para España?
– Así es. Creo que me voy a Barcelona en Agosto.
– Barcelona es tu lugar. Son todos revolucionarios allá, vas a encajar.
<<¡Si, collons!>> exclamé a la pantalla del celular, como demostrándole a un alguien (quizás otro yo), por interpósito aparato electrónico, que mis sensaciones acerca de esa ciudad estaban en lo correcto.
– No lo sé. Son demasiado libres para un alma tan encerrada. Me vendría muy bien.
Que visitar en Barcelona?
Creo que las visitas imperdibles de Barcelona son Park Guell, Casa Batlló, la Sagrada Familia, sus hermosas playas y el Mercado de la Boqueria. ¿Estoy dejando muchas cosas afueras? Depende como lo miremos… Claramente para ir al Mercado, tendrán que pasar por Las Ramblas. Para ir a Casa Batlló, pasearán por Paseo de Gracias. Y así… Cada lugar de Barcelona es un paraíso. Yo soy de la idea de marcarme ciertas cosas a visitar por día y, entre cada recorrido, me dejo perder por las calles de la ciudad.
Para aquellos que estén planeando un viaje en el corto plazo, preparé un itinerario de tres días en Barcelona que sirve como guía simplemente. Yo soy un enamorado de todo lo que hizo Gaudi y de la naturaleza, por ende, si me preguntan personalmente también iría a La Pedrera y a Montjuic, por poner algunos ejemplos.
Donde hospedarse?
Estuve en dos hostels distintos en dos zonas distintas. El primero fue San Jordi Rock Palace y el segundo, 360 Hostel. En los links van a ver mi opinión sobre ellos.
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